BIENVENIDOS

Todos deseamos una vida de éxito. Para alcanzarla en este mundo tan complejo, es esencial que recibamos buenos consejos y que estemos dispuestos a obrar en armonía con ellos.

Muchos de los consejos que ofrecen los numerosos libros de autoayuda que circulan hoy día se centran en quienes ya están pasando por una crisis.

La Biblia, en cambio, no se limita a orientar a las personas que atraviesan momentos de angustia. Sus recomendaciones ayudan a evitar los errores que pudieran complicar innecesariamente la vida.

CONSEJOS BIBLICOS PARA TODOS

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Cuéntenos su inquietud y gustosamente le responderemos con el consejo que necesitas basado en La Biblia totalmente gratis.


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jueves, 30 de septiembre de 2010

¿SERÁ DEPRESIÓN GRAVE?

Cualquier persona puede tener temporalmente uno o más de los siguientes síntomas sin que su problema sea grave. Pero si varios de estos síntomas persisten, o si alguno de ellos es tan intenso que interfiere con tus actividades normales, puede ser que sufras de:

1) Un mal físico, y tengas que someterte a un reconocimiento médico, o de

2) Un trastorno mental... la depresión grave.

Nada te agrada. No te complaces en actividades de que antes disfrutabas. Te sientes como si en realidad no existieras, como si estuvieras en una neblina y actuando mecánicamente.

Completa inutilidad. Te parece que tu vida no es contribución importante a nada y que eres totalmente inútil.

Puede que sientas mucha culpa.

Cambio drástico de humor. Si en un tiempo eras sociable, ahora eres retraído, o viceversa. Puede que llores a menudo.

No te parece que haya remedio. Opinas que todo anda mal, que no puedes hacer nada al respecto y que las condiciones nunca mejorarán.

Quisieras estar muerto. La angustia es tan grande que a menudo piensas que sería mejor estar muerto.

No te puedes concentrar. Piensas constantemente en los mismos asuntos, o lees sin comprender.

Cambios en tus hábitos de comer o evacuar. Pierdes el apetito o comes en demasía. Padeces intermitentemente de estreñimiento o diarrea.

Cambios en tus hábitos de dormir. Duermes poco, o excesivamente. A menudo puede que tengas pesadillas.

Dolores y punzadas. Sufres dolores de cabeza, calambres y dolores del abdomen y el pecho. Quizás te sientas cansado constantemente sin que haya razón para ello.

Libro "Lo Que Los Jóvenes preguntan... Respuestas Prácticas" Cap.13

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